jueves, 25 de noviembre de 2010

DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS.


  ENTREVISTA A: SIERVA MARÍA DE TODOS LOS ANGELES.(*)

Introducción:  
Esta entrevista va dirigida a Sierva María de Todos los Ángeles, de doce años de edad, una de los personajes principales de esta historia, hija única del Marqués  Ygnacio Casalduero y Bernarda Cabrera.
La misma fue realizada para conocer más sobre su vida y lo que piensa sobre algunos acontecimientos que transcurrieron en esta historia.


ENTREVISTADORA: Viviana Gudiño.
ENTREVISTADA: Sierva María de Todos los Ángeles.

V.G: - Con respecto a Bernarda tu madre, ¿Qué opinas de su cariño hacia ti?
S.M: -  En realidad nunca sentí su cariño, era tan fría que jamás demostraba cariño, ella siempre me despreciaba como si yo no fuera su hija, a mi padre le decía siempre que me odiaba y hasta me culpaba de que su vida fuera un desastre.

V.G: - ¿Crees que tu padre sentía el mismo odio que Bernarda?
S.M: - Por una parte si y por otra parte no, digo que si por la manera en que se deshizo  de mí, porque eso era lo que sentí, que ya no me quería cerca suyo, en vez de haberme dejado a la buena de Dios en ese convento, hubiera preferido que él se quedara conmigo, y por otra parte no, porque siempre estaba pendiente de mí y mis necesidades.

V.G: - ¿Qué sientes por Martina?
S.M: - Me gustó mucho conocerla, era muy buena amiga, confiaba mucho en ella, aprendí muchas cosas, era divertido pasar el día con su compañía. Sentía un lindo aprecio, y me hacía olvidar de todos los problemas y hasta ocupaba el lugar de aquellos que no me querían tanto.

V.G: - Con respecto a Dominga de Adviento… ¿Cómo era tu relación con ella?
S.M: - Era como mi madre, me crío toda su vida, se dedicaba a cuidarme a mí. Tenía tanta autoridad que podía manejar a mis padres. Sin duda era una mujer extraordinaria, que lamentablemente ya no está.

V.G: -  Al principio, ¿Qué sentías por Cayetano?
S.M: - No lo conocía muy bien, por supuesto, era algo extraño: sólo trataba conmigo por las curaciones, las charlas eran escasas, pero en el fondo siempre inspiraba confianza.

V.G: - Con el tiempo… ¿Cómo empezaste a tratar con él?
S.M: - La confianza fue creciendo, las charlas eran más interesantes, de un día para el otro sus visitas eran frecuentes, empezamos a sentir algo más que una amistad, a pesar de la diferencia de edad.

V.G: - ¿Te enamoraste de verdad de él?
S.M: -  Si… no cabe duda que él me quería, hizo mucho para verme bien, me sentía  muy feliz estando con él.

V.G: - ¿Qué me decís de esas noches que pasaba junto a ti?
S.M: - Eran hermosas, pasábamos mucho tiempo juntos, al estar así tan juntos, me daban ganas de seguir adelante, sabiendo que él me quería  y yo a él, me daba esperanzas. Corríamos peligro de ser vistos o escuchados, pero buscábamos, en realidad él, buscaba la forma de verme.

V.G: - Crees que ese amor iba a durar toda la vida?
S.M: - Mmm… me hubiera gustado pero había muchas cosas en contra, hubieran impedido a muerte que me marche con él, aun sabiendo que era mucho mayor que yo, mi madre no lo conocía, jamás hubiera  permitido una locura así.

V.G: - ¿A qué se debe él cabello tan largo?
S.M: - Es una promesa de Dominga de Adviento, prometió a sus santos, que si le concedían la gracia de que yo naciera, no me cortaría él cabello hasta mi noche de bodas.

V.G: - ¿Cómo paso la mordedura?
S.M: - Paso un día  en que yo salía con una sirvienta de la casa a comprar los cascabeles para mi fiesta de cumpleaños.

V.G: - ¿Por qué no les contaste a tus padres desde un  principio que te había mordido un perro?
S.M: - No le di mucha importancia, ese día que llegue de comprar los cascabeles, la sirvienta conto solamente lo estaba pasando en aquel lugar, y no sentí ningún síntoma como para preocuparlos.

V.G: - ¿Cómo se dieron cuenta tus padres?
S.M: - La sirvienta que me acompañó se los contó, luego empecé a tener fiebre, en ese momento fue cuando aparecían síntomas realmente horribles, y no hubo más caso que llamar a un doctor, fue mi padre quien tuvo contacto con él.

V.G: - ¿Si todos estos sucesos no vieran pasado, cómo sería tu vida con tus padres?
S.M: - Quizás no hubiera podido convivir con mi madre bajo él mismo techo, mi padre sufriría al vernos pelear constantemente y soportar los gritos y maltratos que me madre solía dar.

V.G: - ¿Qué sentiste cuando él Marqués te dejo en el convento?
S.M: - Me sentí desanimada, pensé que eran mis últimos días, estaba rodeada de gente desconocida y me sentía incómoda, todos me miraban de mala gana, ellos creían que en realidad estaba endemoniada y verdaderamente no era así, fue realmente horrible.

 (*) Ésta entrevista es un trabajo sobre la novela para la materia de lengua.

1 comentario:

  1. Agreguen un asterisco o símbolo al principio, y al final del texto aclaren que se trata de un trabajo para la materia lengua, en la cual debían simular una entrevista a un personaje de novela.
    L.

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